Cuando me hablaron de visitar Benidorm me dijeron que encontraría una ciudad parecida a New York, es cierto Benidorm está llena de grandes edificios como New York, pero Benidorm no se parece a ninguna ciudad, y pese a esos hermosos rascacielos, lo que más recordamos al marcharnos es el inmenso mediterráneo y los atardeceres en Levante, Poniente y Mal Pas, tres playas de Benidorm de gran turismo, cuya belleza no la encontrarás en ninguna otra parte.

El clima de Benidorm es propicio tanto en invierno como en verano, sobretodo en el verano, cuando las aguas del Mediterráneo templan el clima que de otra manera sería quizá muy caluroso, aquí lo hace agradable. Unos días en Benidorm son días de escapadas divertidas a la noche de la gran ciudad, en donde prima la diversión, el baile, la alegría, y la energía que nos desborda cuando la estamos pasando bien.

Si eres de los que gustan de la playa, de los amaneceres radiantes y los atardeceres románticos, de caminar bajo las estrellas con el fondo maravilloso de los rascacielos, de las comodidades que nos gustan al viajar en los hoteles en  Benidorm encontrarás esa estancia agradable como preludio de días felices en un lugar colmado de belleza por donde sea que lo veas.  Mucho baile si eres de los que se decantan por la alegría de contornearse al ritmo de la música, mucho relax si tan solo buscas descansar, modernidad y naturaleza, en un paradisíaco lugar, donde pasarás unas vacaciones inolvidables, y en donde  solo importa el sol, el mar, el cielo y tu; Benidorm.

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