Pekín, la capital de China, es uno de los grandes destinos del mundo que tenéis que conocer. Es la segunda ciudad más grande del país, detrás de Shangai, y es uno de los rincones del mundo que sabe conjugar perfectamente lo antiguo con lo moderno.

La Ciudad Prohibida, rodeada de parques y jardines, es una obra maestra del diseño chino. La Plaza de Tiananmen o el Templo del Cielo, son algunas de las grandes atracciones que no debéis perderos en la ciudad. Además, Pekín cuenta con cientos de museos que os ofrecerán una maravillosa y gloriosa visión del pasado de esta ciudad.

Sin embargo, hoy nos queremos detener un poco más en el famoso Templo del Lama en Pekín, el más grande y mejor conservado de la ciudad. Aquellos que lo visitéis seréis recibidos por el olo de las varitas de incienso y el suave canto de los rezos de los fieles devotos que, arrodillados, se colocan delante de las estatuas de Buda.

La más grande de todas ellas es la estatua de Buda de 18 metros de altura, que lo representa de forma tibetana, con una túnica de seda amarilla. Toda la estatua fue tallada utilizando un sólo bloque de madera de sándalo.

El Templo del Lama fue construido en 1694, durante la Dinastía Qing. Fue asimismo la residencia del emperador Yongzheng, por lo que, además de templo de oración, es un palacio imperial, algo distinto a los demás, Cuenta con cinco salas principales, y una serie de patios con arcos decorativos ricamente trabajados. Este templo también es un tesoro del arte budista, con imágenes y esculturas de Budas, demonios, dioses y murales de estilo tibetano.

Por tanto, si estáis planeando un viaje a Pekín, además de reservar vuestros hoteles en la ciudad, visitar la Ciudad Prohibida y recorrer sus callejuelas, plazas y museos,deberíais acercaros al impresionante Templo del Lama, uno de los más grandes e increíbles que se pueden ver en la capital china.

Foto Vía Rsaezn

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