Llegue a Fuengirola una fresca tarde de enero, no este enero lógicamente en que el clima castiga a todo lugar. Pero en este pedazo de Andalucía,  el clima  suele ser suave en el invierno y cálido,  muy cálido por cierto,  en verano.  Pero mi llegada un año atrás a Fuengirola, no podía ser mejor, por la carretera te vas llenando la mirada con el imponente Mediterráneo, y ya te ves lejos de Marbella, que también es sorprendente.  En realidad cada ciudad como cada persona, tiene sus cosas que no tiene nada ni nadie más, y eso se comprueba en Fuengirola.

Me dijeron que era mi próxima parada para conocer Andalucía, a través de su historia, su modernidad y su gastronomía, aspectos importantes para formarse una imágen de las ciudades. Fuengirola es todo eso y más, una promesa muy cumplida de un lugar donde puedes pasarte unos días relajados y al mismo tiempo divertidos.  En una opción de playa y mar que,  no olvidas tan fácilmente luego de disfrutarla.

En los Hoteles en Fuengirola no tienes nada de que preocuparte, hasta el más sencillo cumple a cabalidad su misión de ser acogedor y accesible,  para que o bien te dirijas a visitar el Mediterráneo que a conocer la ciudad.  Si vas a Fuengirola en verano, obligado es claro está , tenderse sobre las arenas de esas 8 playas que conforman el complejo marítimo de Fuengirola, arenas bajas con aguas tranquilas.  Verano está lleno de actividades en Fuengirola de música y danza, como el Festival de la Cerveza, que es muy popular.

Si te gustan los monumentos la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, es una muestra arquitectónica única y el Puerto Deportivo un lugar maravilloso, y no puedes dejar de visitar el Castillo Sohail antigua construcción que evoca,  el pasado grandioso de esta ciudad en esa región andaluza de  Málaga, que una vez que la visitas,  siempre quieres regresar.

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